Una imagen inusual se pudo ver en la calle céntrica de la localidad. Animales con las vísceras colgando, otros vivos y desollados, era el panorama desgarrador que propuso el propietario de un establecimiento como prueba del desastre que provocan los perros que no son cuidados debidamente por sus dueños.
Los vecinos que se acercaron al lugar y otros que vieron pasar la camioneta cargada de ovejas impregnadas en sangre en sus últimos momentos de vida no caían de su asombro.
Esta vez el hecho ocurrió en el establecimiento rural “Don José” distante a 3 kilómetros del casco urbano propiedad de la familia Mazquiarán donde perros de propietarios irresponsables hicieron una matanza de por lo menos 40 ovinos.
Juan Mazquiarán uno de los dueños del establecimiento apuntó directamente al municipio y a la falta de aplicación de la ordenanza municipal para controlar los perros sueltos.
Un peón realizaba la rutinaria recorrida del campo y se hallo con semejante escenario. Unos 40 animales fueron encontrados diseminados en el valle muertos y otros con graves heridas propinadas por las mordeduras de varios perros.
Un saldo devastador para los responsables de la estancia “Don José” donde a la en la tarde de hoy se contabilizaron cerca de medio centenar de animales muertos como producto de los perros sueltos que mordieron a mansalva corderos, ovejas madres y capones.
Indignado el productor lanero optó por cargar en la caja de la camioneta unos 30 animales y llevárselos a la casa del Intendente Rubén Carlos Fri para mostrarle lo que ocasiona la inacción en la aplicación de la Ordenanza que regula la tenencia de animales.
La preocupación fue puesta hace dos semanas por los productores al jefe comunal quien luego convoco a una reunión a las fuerzas vivas de la localidad. Conclusión de aquella convocatoria fue que quien debía ejecutar la legislación existente era el propio Intendente. Nadie entendía para que había convocado a otras instituciones.
En cuanto a las soluciones que se demandó Mazquiarán están orientadas a la creación de una perrera municipal. Otros productores proponen el censo y la puesta en marcha del plan de esterilización canina que aun desde el año 2007 se ha llevado a la práctica.
Se estima en 6.000 pesos las perdidas.
A la hora de cuantificar los daños el propietario arribo a la conclusión de que la cantidad de animales muertos haciende a una suma de 6.000 pesos.
Esta situación no sólo afecta a la estancia “Don José” sino que también se han visto perjudicados a otros establecimientos que guardan cercanías con la localidad. Este es el caso de la estancia “La Querencia” propiedad de Jorge Dasovich quien denuncio hace dos semanas una treintena de animales muertos por la misma causa.
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