Preocupante es el estado de la ruta Nacional Nº 40. Cráteres que ya no son baches. Guardaganados desnivelados y con faltantes hacen del contante transitar de automovilista un riego al punto de poner en riesgo la vida propia y de acompañantes.
BERCOF es la empresa encargada del mantenimiento de la ruta según un alto funcionario de Vialidad. Tenía base en Río Mayo pero un día de buenas a primeras desapareció. Ahora estaría instalada en la localidad de Sarmiento.
El caso es que el deterioro que ha sufrido la carpeta asfáltica no deja de traer problemas. Llantas literalmente destrozadas gracias a los pozos de la calzada.
Gran parte del tramo que une Rio Mayo con el paraje denominado “Gauchito Gil” dispone de una sola mano para circular. Los cráteres son de dimensiones importantes y para lo que es peor, en un trabajo de poca claridad los tapan con tierra que al primer soplido del viento se va uno vaya a saber donde.
Pero más grave aun es el deterioro de un guardaganado distante a unos 30 kilómetros de esta localidad. El desnivel que existe es una trampa mortal teniendo en cuenta que por allí en una recta extensa los vehículos de menor tamaño desarrollan altas velocidades.
En días pasados un comerciante que transita frecuentemente la ruta nos mostro la prueba. Una llanta deportiva de aleación rota. Contaba con gran indignación esta persona mayor “menos mal que yo no viajo a más de 90 porque sino a esta hora estaría contando el cuento”.
Fuimos hasta el lugar y compensamos con otras fotos. Gran sorpresa fue cuando vimos “con nuestro propios ojos” que no solo esta desnivelado sino que tiene un gran espacio entre cada caño.
Y como si fuera un juego los retazos de hierros que se colocan para tapar los agujeros están firmados. Vergüenza debería dar hacer un trabajo tan carente de compromiso. Carteles de señalización? bien gracias!!!.
La peligrosidad no termina aun en estos dos aspectos señalados. Otra gran deuda pendiente con los usuarios de la “mítica” ruta nacional 40 es la permanencia de animales a la vera de la calzada.
Estos han causado una cantidad importante de accidentes. Los animales se ubican detrás de los pilares de contención y ante el ruido de los vehículos salen disparados hacia la ruta. Pocos esfuerzos se realizaron para arribar con acuerdos entre los campesinos y vialidad para alambrar como corresponde y dejar de continuar arriesgando vidas a la espera de una fatalidad.
Claro... mientras tanto se seguirá facturando al estado como si fuera un trabajo profesional de primera calidad ¿no?. Ni controles, ni multas. Es una vergüenza!!!.
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