En el Salón de Usos Múltiples de Coopsar se realizo la audiencia de debate oral y publico en el marco de una causa contra cuatro jóvenes imputados como presuntos co autores del delito de robo en poblado y en banda, agravado por haber sido cometido con la participación de un menor de 18 años. Los acusados fueron identificados como Carlos Alberto “el peruano”Salazar Quispe (22), Daniel Armando “Pipi”Mesina (18) y dos jóvenes que eran menores de 18 años, cuando se registro el hecho.
El Tribunal Colegiado fue integrado por los Jueces Dr. Alejandro Rosales, Dr. Daniel Pérez y Dra. Mariel Suárez. En tanto la Fiscalia fue representada por el Dr. Raúl Coronel, la Defensa Publica por el Dr. Juan Maidana y también represento a uno de los acusados, el Defensor particular Dr. Martín Carcamo.
En el inicio de la audiencia de debate, el Fiscal Coronel sostuvo que mediante las pruebas y testimonios que se escucharían quedarían probados los hechos registrados el 17 de junio del año 2008, aproximadamente a las 22:30hs en el pasaje VEPAM entre las calles 2 y 3 del Barrio Progreso, frente a un local comercial donde la victima fue alcanzado por un grupo de personas, quienes lo agredieron mediante golpes de puño, patadas y piedrazos.
Asimismo, indico que como consecuencia de la golpiza, la victima quedo tirada en el suelo y fue ayudado por un vecino del barrio, percatándose en ese momento que los agresores, le habrían sustraído la billetera con su documentación personal, el teléfono celular, un par de guantes, la campera y el par de zapatillas que vestía en ese momento.
En este sentido indicó que por intervención de este vecino logro recuperar casi todas sus pertenencias, menos el teléfono celular, y posteriormente lo acerco hasta el centro para que acuda al Hospital Rural a curar sus heridas.
Finalmente la Fiscalia sostuvo que solicitaría que se le imponga a Carlos Salazar Quispe y Daniel Alberto Mesina, la pena de siete (7) años de prisión. En tanto, pidió que se decrete la responsabilidad penal de los dos menores de edad imputados en el hecho.
Por su parte los defensores manifestaron que no hay pruebas que acrediten la teoría del delito expuesta por la Fiscalia, por lo que solicitarían la absolución de sus defendidos
TESTIGOS
El primer testimonio correspondió al vecino que presto ayuda a la victima, quien indico que en esa oportunidad al escuchar los gritos y golpes salio afuera de su local comercial y observo que el joven estaba tirado en el suelo, por lo que decidió ayudarlo a ingresar a su domicilio para que se higienizara y luego lo llevo en su vehículo hasta el hospital rural.
En este sentido, el testigo indico que los objetos del joven quedaron esparcidos en inmediaciones del lugar donde encontró al joven herido y que cuando se trasladaban hacia el nosocomio sonó el teléfono celular de la victima.
También ofrecieron sus testimonios dos empleados policiales y la ex novia del damnificado.
Esta ultima manifestó que en esa noche su ex pareja, la había acompañado hasta su casa ubicada en el barrio progreso y al pasar por una esquina observaron a un grupo de 9 jóvenes, pero no se registraron incidentes en ese momento.
Luego manifestó que después de una hora, la victima la llamo por teléfono para decirle que había sido atacado por lo que se encontraron en la plaza San Martín y lo acompaño a la guardia del Hospital.
Por ultimo la testigo expreso que sentía miedo porque vivía en el mismo barrio de los imputados y había sufrido amenazas por parte de integrantes del grupo de pertenencia de los acusados.
Finalmente, la victima del hecho se expreso ante el tribunal y relato que luego de acompañar a su novia, se cruzo con un grupo de jóvenes quienes comenzaron a insultarlo verbalmente para luego golpearlo con piedras, patadas y golpes de puño por lo que cayo en piso, al mismo tiempo que le sustraían las zapatillas, los guantes, una campera y un teléfono celular.
En este contexto, sostuvo que el dueño de un almacén ubicado en cercanías al lugar donde ocurrió el hecho, lo ayudo a levantarse lo llevo a su casa para que se limpiara las heridas y actuó como mediador con el grupo agresor logrando recuperar varios elementos, pero no obtuvo el teléfono celular.
El testigo finalizo su relato indicando que luego de haber sido atendido en el Hospital, se presento en su lugar de trabajo ubicado en la guardia del Regimiento de Infantería 25, desde donde lo enviaron a la Comisaría local para que presentara la denuncia.
Ante las diferentes versiones entre el primer testigo y la victima, el Fiscal solicito al tribunal la realización de un careo entre ambos.
Por parte de los imputados, Salazar Quispe utilizo su derecho a declarar y sostuvo que no sabia porque lo habían involucrado en el hecho, debido a que no se encontraba ese día en el barrio progreso y por el contrario estaba en la casa de unos amigos jugando a las cartas.
En este contexto, un testigo propuesto por la Defensa explico que era amigo del imputado Quispe, quien solía concurrir a su domicilio a jugar a las cartas, pero no brindo precisiones sobre la fecha del hecho investigado.
CAREO Y ALEGATOS
Durante la instancia de careo entre la victima y el testigo que acudió en su ayuda, ambos se mantuvieron en sus dichos en cuatro situaciones donde se habían planteado diferencias.
En el alegato realizado por el Fiscal Coronel sostuvo que de la prueba colectada en la audiencia se desprende la veracidad de los hechos atribuidos a los imputados, por la coincidencia de los testimonios escuchados se acredito que se había cometido el delito de robo por la violencia ejercida sobre la victima.
Asimismo indico que también estaba probado el desapoderamiento, pese a que se recuperaron algunos elementos por la intervención de un tercero.
Finalmente, la Fiscalia considero que el grupo había actuado en un lugar poblado y que existió un acuerdo de voluntades para cometer el ilícito.
Por su parte la Defensa considero que la Fiscalia solo había logrado acreditar las lesiones de la victima, en tanto no había podido fehacientemente destruir el estado de inocencia de los acusados, por los que solicitaba la absolución de los mismos, mediante la aplicación del beneficio de la duda.
Por ultimo, el Tribunal informo que el próximo viernes 11 de diciembre realizara una audiencia para lectura de sentencia.
El Tribunal Colegiado fue integrado por los Jueces Dr. Alejandro Rosales, Dr. Daniel Pérez y Dra. Mariel Suárez. En tanto la Fiscalia fue representada por el Dr. Raúl Coronel, la Defensa Publica por el Dr. Juan Maidana y también represento a uno de los acusados, el Defensor particular Dr. Martín Carcamo.
En el inicio de la audiencia de debate, el Fiscal Coronel sostuvo que mediante las pruebas y testimonios que se escucharían quedarían probados los hechos registrados el 17 de junio del año 2008, aproximadamente a las 22:30hs en el pasaje VEPAM entre las calles 2 y 3 del Barrio Progreso, frente a un local comercial donde la victima fue alcanzado por un grupo de personas, quienes lo agredieron mediante golpes de puño, patadas y piedrazos.
Asimismo, indico que como consecuencia de la golpiza, la victima quedo tirada en el suelo y fue ayudado por un vecino del barrio, percatándose en ese momento que los agresores, le habrían sustraído la billetera con su documentación personal, el teléfono celular, un par de guantes, la campera y el par de zapatillas que vestía en ese momento.
En este sentido indicó que por intervención de este vecino logro recuperar casi todas sus pertenencias, menos el teléfono celular, y posteriormente lo acerco hasta el centro para que acuda al Hospital Rural a curar sus heridas.
Finalmente la Fiscalia sostuvo que solicitaría que se le imponga a Carlos Salazar Quispe y Daniel Alberto Mesina, la pena de siete (7) años de prisión. En tanto, pidió que se decrete la responsabilidad penal de los dos menores de edad imputados en el hecho.
Por su parte los defensores manifestaron que no hay pruebas que acrediten la teoría del delito expuesta por la Fiscalia, por lo que solicitarían la absolución de sus defendidos
TESTIGOS
El primer testimonio correspondió al vecino que presto ayuda a la victima, quien indico que en esa oportunidad al escuchar los gritos y golpes salio afuera de su local comercial y observo que el joven estaba tirado en el suelo, por lo que decidió ayudarlo a ingresar a su domicilio para que se higienizara y luego lo llevo en su vehículo hasta el hospital rural.
En este sentido, el testigo indico que los objetos del joven quedaron esparcidos en inmediaciones del lugar donde encontró al joven herido y que cuando se trasladaban hacia el nosocomio sonó el teléfono celular de la victima.
También ofrecieron sus testimonios dos empleados policiales y la ex novia del damnificado.
Esta ultima manifestó que en esa noche su ex pareja, la había acompañado hasta su casa ubicada en el barrio progreso y al pasar por una esquina observaron a un grupo de 9 jóvenes, pero no se registraron incidentes en ese momento.
Luego manifestó que después de una hora, la victima la llamo por teléfono para decirle que había sido atacado por lo que se encontraron en la plaza San Martín y lo acompaño a la guardia del Hospital.
Por ultimo la testigo expreso que sentía miedo porque vivía en el mismo barrio de los imputados y había sufrido amenazas por parte de integrantes del grupo de pertenencia de los acusados.
Finalmente, la victima del hecho se expreso ante el tribunal y relato que luego de acompañar a su novia, se cruzo con un grupo de jóvenes quienes comenzaron a insultarlo verbalmente para luego golpearlo con piedras, patadas y golpes de puño por lo que cayo en piso, al mismo tiempo que le sustraían las zapatillas, los guantes, una campera y un teléfono celular.
En este contexto, sostuvo que el dueño de un almacén ubicado en cercanías al lugar donde ocurrió el hecho, lo ayudo a levantarse lo llevo a su casa para que se limpiara las heridas y actuó como mediador con el grupo agresor logrando recuperar varios elementos, pero no obtuvo el teléfono celular.
El testigo finalizo su relato indicando que luego de haber sido atendido en el Hospital, se presento en su lugar de trabajo ubicado en la guardia del Regimiento de Infantería 25, desde donde lo enviaron a la Comisaría local para que presentara la denuncia.
Ante las diferentes versiones entre el primer testigo y la victima, el Fiscal solicito al tribunal la realización de un careo entre ambos.
Por parte de los imputados, Salazar Quispe utilizo su derecho a declarar y sostuvo que no sabia porque lo habían involucrado en el hecho, debido a que no se encontraba ese día en el barrio progreso y por el contrario estaba en la casa de unos amigos jugando a las cartas.
En este contexto, un testigo propuesto por la Defensa explico que era amigo del imputado Quispe, quien solía concurrir a su domicilio a jugar a las cartas, pero no brindo precisiones sobre la fecha del hecho investigado.
CAREO Y ALEGATOS
Durante la instancia de careo entre la victima y el testigo que acudió en su ayuda, ambos se mantuvieron en sus dichos en cuatro situaciones donde se habían planteado diferencias.
En el alegato realizado por el Fiscal Coronel sostuvo que de la prueba colectada en la audiencia se desprende la veracidad de los hechos atribuidos a los imputados, por la coincidencia de los testimonios escuchados se acredito que se había cometido el delito de robo por la violencia ejercida sobre la victima.
Asimismo indico que también estaba probado el desapoderamiento, pese a que se recuperaron algunos elementos por la intervención de un tercero.
Finalmente, la Fiscalia considero que el grupo había actuado en un lugar poblado y que existió un acuerdo de voluntades para cometer el ilícito.
Por su parte la Defensa considero que la Fiscalia solo había logrado acreditar las lesiones de la victima, en tanto no había podido fehacientemente destruir el estado de inocencia de los acusados, por los que solicitaba la absolución de los mismos, mediante la aplicación del beneficio de la duda.
Por ultimo, el Tribunal informo que el próximo viernes 11 de diciembre realizara una audiencia para lectura de sentencia.
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