De acuerdo al relato que pudo reconstruir la victima, al finalizar su cena se sentó a descansar en un sillón, cuando fue sorprendido por detrás recibiendo un fuerte golpe de puño en su rostro y la descarga de un limpiamuebles en aerosol sobre sus ojos, que le impidieron identificar con claridad a los agresores.
Igualmente, el cura indico que pudo observar un grupo integrado por tres o cuatro personas, quienes habrían actuado con sus rostros cubiertos.
Seguidamente, el padre Romano continuo recibiendo golpes y patadas en el piso, al mismo tiempo que sus pies y manos eran sujetados con cintos.
Otra medida tomada por los agresores, fue que uno de ellos se sentara sobre el cuerpo del religioso para impedir que se moviera.
También se supo que los asaltantes comenzaron a exigirle que les indicara donde guardaba el dinero, porque según le manifestaron eran de Río Negro y tenían prisa por dejar la ciudad.
El religioso les señalo que tenia sus fondos en un portafolio que había dejado el interior de su habitación.
Hacia allí se dirigió el grupo y luego de revolver y desordenar el habitáculo, encontraron el maletín que contenía una importante suma de dinero, diferenciados en dólares y euros.
Según los investigadores, los asaltantes se habrían retirado del lugar por los patios de la parroquia en dirección a la calle España.
Asimismo, se supone que los delincuentes se habrían sacado el calzado antes de retirarse del lugar, en función de que solo se encontraron huellas de pisadas en el lugar donde fue agredido el párroco, quien perdió una importante cantidad de sangre producto de la fuerte golpiza recibida.
Finalmente, cuando transcurrieron cuarenta minutos desde que se inicio el hecho, la victima logro desatarse de los cintos e intento llamar en pedido de ayuda, pero los ladrones habían cortado la vía telefónica.
Asimismo pudo trasladarse descalzo, hasta la clínica Sarmiento, donde los enfermeros dieron aviso a la policía.
Rápidamente se constituyeron en el lugar el Fiscal Dr. Raúl Coronel, el Funcionario Dr. Julio Herrera y la perito Criminalistica, quienes junto a los uniformados iniciaron las actuaciones preliminares de la investigación.En tanto, el religioso debió permanecer internado en ese nosocomio en estado de observación y se le realizaran placas radiográficas por los golpes recibidos en las costillas.
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