Entremos en tema.
Tristeza causa ver baldíos en pésimas condiciones. Allí los perros que, son una constante, llevan las bolsas con residuos para despedazarlas, dejando un panorama tétrico a la vista de los transeúntes. Muchas veces se pensó en darle un fin a esto. Intimar a los propietarios de los terrenos a las mejoras y en todo caso la venta para emprendimientos privados que por otro lado tiendan a embellecer el casco céntrico de la localidad.
A esta desprolijidad y descuido se ha sumado otro agravante que ataña al sector público. Escombros, ramas, bolsas, tachos, y un combo de innumerables desperdicios que son desechables del hogar van a parar al costado de la vereda dejando basureros clandestinos en distintos puntos de la localidad.
Cordones cunetas y pluviales tapados que en temporada de lluvia congestionan las arterias con grandes lagunas. La limpieza pública que religiosamente se paga como impuesto. brilla por su ausencia. Apilados de tierra y chatarra obstruyen y enangostan las calles acumulando roedores y moscas.
Te invitamos a probar una porción de esta especialidad de la política de la casa con distintos sabores del panorama desolador. Se ruega traer utensilios tales como palas y rastrillos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario