viernes, 20 de diciembre de 2013
La premiaron por ser una alumna ejemplar
AYUDABA EN LA ESCOLARIZACION DE LOS CHICOS DE SU BARRIO
HASTA QUE A LOS 50 AÑOS DECIDIO TERMINAR
EL SECUNDARIO
Era una mujer que ayudó a la escolarización de los
chicos de su barrio, hasta que decidió que ella también podía hacerlo y a los
50 años decidió terminar la secundaria. Se llama María Silvia Tramaleo, es
oriunda de Rio Mayo y su vocación de servicio la llevo a trabajar también para
que otros se acercaran al conocimiento. Sencilla, pero con gran sentido de la
solidaridad, es madre de Federico y abuela de Bruno y la segunda hija mayor de
10 hermanos. Como bien dicen aquellos que la conocen en su cotidianeidad
pueblerina, es el orgullo del barrio “El Menuco”, ya que además combina todas
sus responsabilidades con una gran pasión: el futbol y es que Tramaleo juega al
futbol femenino en Rio Mayo.
Sus amigos y allegados festejaron el reconocimiento
escolar, porque no es cualquier mujer, es una mujer que contribuyó con su
aporte a la escolarización de todos los chicos del barrio, teniendo apenas la
primaria hecha. Como iniciadora de este camino donde demuestra que no importa
la edad y la circunstancia y que se puede, Silvia Tramaleo sugiere “que la
gente de anime, que de ese empujón, todo es constancia en la vida, yo tenía que
ir caminando a la escuela en invierno porque vivo lejos, incluso cuando mi
nieto me decía abu no vayas queda… entonces le explicaba que no podía faltar”.
El nuevo desafío de Silvia ahora es seguir estudiando y
por lo pronto aprender computación. Pese a todo su interés de superación fue
mas allá, tal es así que no dudó en buscar alternativas que le permitieran
educar a otros, vivía comprando revista de puzzle, crucigramas y resolvía todos
los acertijos, investigaba mucho y así podía llegar a incentivar a los más
chicos por el amor al estudio. También reconoce que lo importante es contar con
“el propósito de seguir aprendiendo y ahí uno ve que cuando agarra ritmo
después tiene ganas de seguir estudiando”. Una mujer que se muestra contenta
por sus logros, que fue la abanderada de su escuela y ella misma se vio
sorprendida al conocer su promedio.
ESTUDIAR ERA UNA DEUDA PENDIENTE
Tanto fue lo que dio a otros que decidió darse una
oportunidad y hace tres años empezó la secundaria y no se llevo ninguna materia
durante los tres años. Desmitificó aquello que dicen que para estudiar se
requieren mucho e hizo primar su deseo, estudio con muy pocos recursos,
apelando a libros, y a su celular dice ella. “Mi mesa era un mundo de libros,
se me cansaba la vista, dejaba un rato y volvía a encarar”, dice la mujer que
recuerda que tenía una deuda pendiente con el estudio y para eso también hubo
sacrificios y tuvo que dejar cosas de lado.
“No falte ningún día, ni me lleve materias y para
hacerlo también me sirvió mucho el incentivo de mi hermano Fabio que también
estudiaba”, confiesa. Pero empezar este nuevo camino de la educación formal
para un adulto no fue fácil, al empezar la cursada del Bachillerato Acelerado
con orientación contable en la escuela 706 esperaba encontrarse con gente de su
edad, pero grande fue su sorpresa cuando se halló con adolescentes, la
adaptación fue dura –dice- pero fácilmente logró la integración al nuevo mundo
juvenil.
Esperaba que los jóvenes la ayuden, y todos le pedían
ayuda a ella y es que siempre fue al colegio con la idea de aprender. Quienes
la conocen muestran por ella un orgullo inquebrantable y es que no dejaba
ningún problema sin resolver, decía “esto me tiene que salir si o si”. Silvia
Tramaleo se desempaña en el Casino de Oficiales del Ejercito como personal
civil realizando tareas de maestranza y obtuvo en el primer año un certificado
por su asistencia perfecta, también premiaron su merito y esfuerzo.
En segundo año recibió la bandera, y nuevamente
asistencia perfecta y fue reconocida por su merito y esfuerzo. Finalmente hace
pocos días terminó el tercer año y además de entregar la bandera a su sucesor,
recibió un reconocimiento por asistencia perfecta, premiaron su merito y
esfuerzo y obtuvo el mejor promedio del colegio N° 706 “Gregorio Mayo”
obteniendo un 9,51 como calificación final. Para Rio Mayo, esta mujer
constituye un ejemplo de todo lo que se puede conseguir cuando la iniciativa
personal y los deseos de superación son más fuertes que cualquier impedimento
material, demostrando que cuando hay interés por acceder al conocimiento,
siempre hay una forma de encontrarse con él.
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