El empleado
de mantenimiento ingreso al nosocomio asistencial y sin mediar palabras propinó
terrible paliza a su compañera de trabajo.
El hecho ocurrió
ayer alrededor de las 21:00 en el Hospital Río Mayo en circunstancia que la persona
identificada como V. M. V. , empleado de
mantenimiento, fuera de su horario de trabajo y por causas poco claras ingreso abruptamente al
sector de cocina y propino una brutal paliza a su compañera de trabajo.
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Según relatan
los testigos, el hombre al que la policía pudo constatar que se encontraba en
estado de ebriedad llego y sin mediar explicación aparente comenzó a agredir golpes
de puño que dieron en el rostro de la mujer provocándole la fractura del
tabique nasal y la desfiguración de rostro; al caer en el suelo, la empleada continuo
recibiendo patadas por distintas partes del cuerpo lo que derivaron en
contusiones que luego de los exámenes médicos quedaron evidenciadas.
Los relatos
indican que un paciente advirtió de lo que estaba ocurriendo y dio aviso a la
guardia. Allí se encontraba el médico y los enfermeros que acudieron en ayuda
de la empleada que desempeña tareas en la cocina. Al llegar al lugar pudieron
constatar que V. M. V. agredía brutalmente a la mujer. Rápidamente intervinieron
y dieron aviso a la comisaría local que en minutos pudo envío personal para
demorar al agresor.
Otras compañeras del Hospital Rural Rio Mayo “Dr.
Cristina Casanova” alertaron sobre el comportamiento de esta persona que se
presenta a su trabajo reiteradamente en estado de ebriedad y denunciaron que “estamos
en una situación desesperante. Queremos que se sepa lo que estamos atravesando
en nuestro lugar de trabajo. No queremos esperar a que maten a una de nosotras
para que hagan algo al respecto.”
La indignación también fue puesta de manifiesto en la
red social Facebook. Allí muchos de los propios compañeros mostraron su bronca
y la solidaridad con la agredida.
La denuncia fue radicada en la comisaria Rio Mayo y en
tanto que el agresor quedara a disposición del juzgado de la ciudad de
Sarmiento.
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