Más allá de las posiciones diferentes –algunos apoyando la medida de fuerza y otros reclamando el desalojo forzoso inmediato- lo cierto es que la inmensa mayoría repudiaba la violencia y el vandalismo desplegado en la toma del yacimiento de PAE y la "desaparición pública" de los dirigentes Dragones, aunque algunos aseguraban que se encontraban "negociando" la posibilidad de un desalojo pacífico pero manteniendo reclamos que no llegaban.
En este cuadro de situación, tanto el gobernador Martín Buzzi como el secretario de Seguridad nacional, Sergio Berni, sostuvieron en la maratónica serie de reuniones que mantuvieron durante todo el día de ayer que "los tiempos se agotan y aquí no cabe otra cosa que abandonar el yacimiento tomado para que pueda volver a operarse normalmente".
Si bien no se mencionaba puntualmente al sector petrolero, que seguramente está en la intención de recuperar y ponerlo en productividad, se apuntó principalmente a los servicios de gas y agua, los que "ya están seriamente afectados" y podría provocar situaciones límites para una incierta cantidad de personas que –soportando el frío de las últimas horas- veían reducido el abastecimiento de gas en prácticamente toda la cobertura del Gasoducto Patagónico, esto es desde Cerro Dragón hasta Esquel, afectando en el tramo intermedio las localidades de Río Mayo, Alto Río Senguer, José de San Martín y Gobernador Costa.
En cuanto al servicio de agua potable a través del denominado "viejo acueducto", la medida de fuerza había cesado ayer, lo que permite dejar sin efecto la anunciada paralización del servicio que afectaría a Comodoro Rivadavia y Caleta Olivia, ya que se preveía "cortar suministro para mantener las reservas de Puesto La Mata".
Pese a ello, ayer se sostuvo una situación que algunos de los protagonistas calificaban como "límite" y que, tras la denuncia presentada por el gobernador Buzzi ante la justicia federal, ya tenía la orden de la jueza Eva Parcio "para que se dispongan las medidas necesarias para que el yacimiento de Cerro Dragón pueda volver a operar".
Esta disponibilidad de acción y sin que la prensa pueda participar de manera alguna, habría movilizado reuniones entre diferentes sectores, incluido el Comité de Crisis, el que avanzaba anoche en una salida negociada con los Dragones, lo que permitiría desalojar el yacimiento pero atendiendo determinados "reclamos gremiales", situación que tensaba la espera, agregaba incertidumbre sobre una posible intervención de policías y gendarmes, siempre atentos a que la última voz desde el sector político es que "los plazos de espera se terminan y la recuperación del yacimiento Cerro Dragón debe ser inminente".
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