En la Sala de audiencias de la Oficina Judicial, se realizo una audiencia de petición de sobreseimiento para 10 empleados policiales que estaban siendo investigados como presuntos autores de los delitos de vejaciones y lesiones leves en concurso ideal en calidad de coautores.
En la oportunidad, la Fiscal Jefe Dra. Andrea Vázquez informo ante el Juez Dr. Daniel Pérez, que al no poder lograr determinar la participación de cada uno de los imputados en el hecho investigado solicitaba el sobreseimiento de los uniformados.
Asimismo indico que no existía la posibilidad de incorporar nuevos elementos que permitan descifrar lo ocurrido y llegar a un juicio público.
Por su parte, el Defensor Publico Dr. Miguel Moyano manifestó que adhería a la solicitud planteada por la Fiscalia.
Finalmente, el magistrado indico que la querella contaba con un plazo de 10 días hábiles para presentar una impugnación, y de no realizarse este tramite, el próximo martes 27 de abril firmaría el sobreseimiento de los imputados.
EL CASO
De acuerdo a lo que informo el Ministerio Publico Fiscal, los hechos a investigar fueron las conductas desplegadas por 10 integrantes del Grupo de Infantería, el día 16 de mayo de 2009, aproximadamente a las 16:00 horas, en la comisaría local, ubicada en Avenida Ingeniero Coronel y San Martín , en momentos de efectuar una requisa en los calabozos, en los que habría participado además un Cabo Primero, empleado policial de esta localidad, hechos que habrían durado aproximadamente dos horas.
Según los investigadores, en esa ocasión habrían ingresado todos los imputados pertenecientes al Grupo de Infantería encapuchados, quedando el policía local en inmediaciones de las celdas.
Las conductas habrían consistido en agresiones y lesiones sin justificación a los internos de la comisaría golpeándolos con palos, puntapiés y puños, como así también el trato humillante y denigrante a los que los habrían sometido, al obligarlos a desnudarse a todos juntos y luego darles segundos para vestirse con prendas de otros internos y que tuvieran a su alcance.
Asimismo se indico que los habrían obligado a subirse unos arriba de otros, diciéndoles que eran “violines”, que se habían formado parejas, al ponerles apodos como “Lulu” y “Cholo”, al hacerles preguntas sobre su domicilio y nombres, y golpearlos cuando contestaban indicando las respuestas como incorrectas.
La Fiscalia investiga también la conducta que habría consistido en romper los paquetes de yerba, azúcar, shampu, crema de enjuague, jabón en polvo, galletitas y tirar su contenido sobre los internos y en el lugar, haciendo puntería sobre el cuerpo de los detenidos con algunos elementos.
En la denuncia los internos sostuvieron que los policías les habrían tirado orín en la ropa y retirado parte de las pertenencias dejándolas en el patio de la dependencia policial, al lado del portón de acceso a los vehículos, sin justificación alguna.
Dentro de estos elementos se encontrarían sillas, mesas, fotos familiares, prendas de vestir, una frazada, C.Ds., libros de la biblioteca local y una Biblia.
En este contexto, se supo que el cabo Cárdenas, luego de la requisa, advirtió a los detenidos que no hicieran comentarios de lo que paso a las visitas, que debían producirse el día del hecho mencionado y culpo a uno de los detenidos por la situación que habían vivido.
Además, este uniformado habría amenazado a los internos con volver a llamar al Grupo de Infantería para hacer otra requisa.
Por su parte, los policías denunciados, también habrían advertido a los detenidos que no hicieran comentarios de lo sucedido con sus familiares, responsabilizando a uno de los internos por los hechos y amenazándolos que si contaban algo, volverían a efectuar una diligencia de similares características.
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