RECUERDOS Y MÁS RECUERDOS....

"Los recuerdos son, posiblemente, la posesión más valiosa y gratuita de los seres humanos".

Eso es lo que yo guardo... recuerdos y más recuerdos.

Recuerdos de mi infancia,...de mi juventud,...de cuando estudiaba,...de cuando me recibí,...recuerdos de cuando partí hacia lugares desconocidos para mí, en busca de cumplir con mis ideales... estar donde pudiera hacer falta o me necesitaran...Recuerdos y más recuerdos.Recuerdos nostálgicos, recuerdos alegres....

Revuelvo entre mis recuerdos y encuentro un 24 de marzo...¡qué fecha! pero esta es de 1981, cuando después de días y horas de viajes estaba en la supervisión escolar de Comodoro Rivadavia y la supervisora escolar Sra. de Espada me despedía y le decía a un señor que me tenía que llevar hasta Río Mayo, porque iba a trabajar como maestra a la Escuela Nº 36c/i. Ese Señor era en ese entonces el Intendente de Lago Blanco, el Sr. Oliva.

Recuerdos y más recuerdos... partimos en una camioneta Ford de color celeste...el día estaba fresco y nublado. Mis ojos se llenaban con la inmensidad de los cerros, la soledad del paisaje, el movimiento de las cigüeñas petroleras, la quietud de los lagos de Sarmiento...y mis oídos captaban todo lo que el Sr. Oliva me iba explicando.

Y...desempolvo otro recuerdo..... en el Consejo de Educación en Rawson escuché por primera vez el nombre de Río Mayo y lo ubiqué por primera vez en un mapa....los comentarios que me hicieron en cuanto al pueblo, no eran muy alentadores, sobre todo por lo que tenía y su ubicación.... pero bueno... ya estaba ahí.... y creo ahora con el paso del tiempo que era lo que yo quería...ir a un lugar con esas características.

Con ese recuerdo, pasamos Facundo y los rayos del sol otoñal que había aparecido, se reflejaban en aquel valle y le daban un colorido especial a esas pocas casitas rodeadas de álamos y algún molino de viento.... Y seguimos.... ¿Cuánto faltaba para llegar?....

Las horas se desvanecían con el viento y la polvareda de la ruta ...y con los últimos rayos del sol, que parecía no querer esconderse, esperando a que llegáramos... apareció de pronto...así, como salido de un libro de cuentos... aquel pueblito rodeado de mesetas, con sus calles de tierra y piedras, con el humo de chimeneas, con el silbido del viento y con el ensordecedor silencio que precede a la nevada... estaba ahí...mi presente y mi futuro.... me pareció hermoso. No era como me habían dicho, era todo lo contrario.

Después de 29 años, todavía tengo en mi memoria la hermosa imagen de ese pequeño gran pueblo (por lo menos para mí) que estaba ahí, como quedado en el tiempo y en la historia.

Recuerdos...y más recuerdos... mi primera tarde en Río Mayo....24 de marzo de 1981....

Escrito por: Malvina Lamónica