Traducción
Martes, 10 de febrero: El ripio reivindicada su segunda víctima, esta vez de nada menos que el propio Vince. Poco después de comenzar de nuevo tras el ripio de la ciudad de Perito Moreno, la historia se repitió como Vince Salón de la Caja tomó lo que ahora es una picada muy familiarizados en la superficie implacable. Otra cosa ha salido! Una vez más, la reparación debía hacerse en el lugar, y, como busloads admiración de los turistas hacia el sur visto, Vince y Jack demostrado nada se puede hacer con un poco de ánimo y una mano de piedra o dos. Una vez que la reparación de dos horas se terminó, nos llevó el resto del camino a Río Mayo, un día antes de lo previsto. Se decidió utilizar rápidamente que a día tienden a la atención de los coches, sobre todo ahora que Vince había tomado nota de la primera primavera en su coche fue gravemente roto. Disensión no se observó en el equipo, que ahora plenamente consciente del peaje el ripio ha exigido a la Austins bebés.
Desde Inglaterra a la Patagonia
River Dukes, Jack Peppiatt, Diana Garside, Johny Johnson, Stan Price, Chris Parkhurst y Vince Leek (líder), ingleses jubilados que después de otras travesías y su pasión por los autos antiguos se aventuraron por la Patagonia en unos modestos Austin 7´s (antepasado del Mini) sometiéndolos a las extensas llanuras y accidentes del terreno hostil de la Patagonia. Sus rostros rojos reflejan que el viento y la tierra maquillaron la pálida piel.
Viajan en cuatro coches (1929, 1931, 1932 (2)), integrantes del 750 Motor Club en Inglaterra.
Iniciaron esta travesía en la ciudad Autónoma de Buenos Aires hasta Ushuaia, en su regreso querían poner a prueba sus “baby´s”, sus consentidos autos, pero como el ripio y la piedra suelta no perdonan debieron montar un campamento en medio de la nada para poder arreglar sus vehículos y continuar con el viaje, que según lo aseguran tiene muchas ventajas.
“empezamos el 9 de enero en Buenos Aires por toda la ruta 3 hasta Ushuaia, a la vuelta regresamos un poco por Chile, en tierra del fuego, subimos a la Torre del Paine, luego El Calafate y ahora estamos subiendo por la famosa 40 hasta Bariloche, allá tomamos la ruta de los siete lagos hasta San Martin de los Andes y regresamos a Buenos Aires”
“esto tiene que ver con el pensamiento de nosotros los turistas, cuando uno anda en un coche más viejo, se anda a una velocidad más despacio, es otra forma de experimentar, su visión cambia, se experimentan cosas distintas; entonces cuando regreso a Estados Unidos tengo mi propio coche moderno es otra experiencia, siento que estoy perdiendo algo”.
“la otra ventaja que tenia esta forma de viaje donde se puede experimentar otro nivel de aventura, que sea conocer la gente que una persona con un coche moderno no va a experimentar”
En cuanto al mantenimiento del auto en ruta es necesario parar cada tres o cuatro días. En óptimas condiciones desarrolla una velocidad de 60 k/h.
Río Mayo, fue la localidad elegida para hacer noche y preparar el viaje, pero su atractivo los alojó un día más “Río Mayo tiene una fama que tiene más ovejas que personas (se ríe), pero el hotel donde estamos también tiene una fama, es lo mismo que “la 40”, sitios que tienen una fama; lo comparo con la ruta 66, en Estados Unidos”.
“cada pueblo como Río Mayo tiene algo para ofrecernos, como la tienda de frutas, ferreterías, tiene su personalidad y por eso queríamos aventurarnos, conocer que tiene para ofrecernos este pueblo para hacer memoria”.
A pesar de su dificultad para hilvanar el castellano se hace entender. Su humildad y predisposición nos dio pie para hablar de política, nada menos que del nuevo presidente de los Estados Unidos, Barack Hussein Obama, al respecto opino como ciudadano que tiene muchas esperanzas “vamos a ver un cambio, un mejoramiento en todo”.
Off- The – Record también no confesó que “me puso feliz que hemos experimentado la 40 en ripio” y por otro lado se lamento que Río Mayo tenga las calles de concreto. Según él pierde la identidad.
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