miércoles, 20 de junio de 2012

Tres abuelos de Río Mayo van a la escuela con adolescentes


Tres abuelos que viven en el Club de Abuelos Municipal de la localidad de Río Mayo concurren a la escuela, en el marco de un proyecto que nació en el año 2006 y, contra todos los pronósticos, ha tenido continuidad en el tiempo gracias a que sus principales protagonistas están felices de concurrir a la escuela. Terminar de estudiar era una materia pendiente de sus vidas.

El abuelo Ventura San Martín, de 92 años, concurre al secundario junto a los abuelos Horacio González (65) y Pedro Patela (79). Viven en el Club de Abuelos Municipal de Río Mayo.
El abuelo Ventura San Martín, de 92 años, ingresó en 2012 a 1er año del secundario. Concurre al Bama, en el turno vespertino, con sede en las instalaciones de la Escuela 706. En tanto, los abuelos Horacio González de 65 años y Pedro Patela de 79, van a la Escuela de Adultos 624 y están en el primario.

Horacio, el próximo 20 de junio realizará la promesa de lealtad a la bandera.
Este proyecto surgió por iniciativa de la coordinadora del Club Municipal de Abuelos de Río Mayo, Isabel Zabala, quien señaló que el mismo nació porque los abuelos insistían con la realización de actividades. Entonces «les propuse hacer esto como salida primero y para que se relacionen; decían que la escuela era una materia pendiente, y así nació todo».


El proyecto se desarrolla por niveles. El abuelo San Martín superó todos los niveles. Comenzó el primario en el 2006 y, pese a fue operado de la vista, ya que estaba prácticamente ciego cuando fue alojado en el Club de Abuelos Municipal, pudo culminar con éxito y buenas notas el primario. Hoy va al secundario, comparte aulas con jóvenes y adultos, y su compañero menor es un adolescente de 16 años.


OLVIDADOS
Para la coordinadora esto es motivo de orgullo, ejemplo de superación de estos abuelos que han tenido «una vida difícil. Todos ellos han sido olvidados por sus familiares. Tienen historias fuertes, han sido muy golpeados, y «la verdad, yo no imaginaba que este proyecto fuera a dar estos frutos».
Los abuelos «eran semianalfabetos; tenían un poco de conocimiento, pero incompleto».
Los tres abuelos viven en el Club de Abuelos desde hace casi 8 años. Están solos, sin familia.


LA ESCUELA
San Martín se destaca en Matemática. Va todas las mañanas a la Biblioteca Popular «Martín Martinetti», donde solicita libros o le ayudan a hacer la tarea, estando a cargo de este apoyo la bibliotecaria Patricia Lucero.
El abuelo González, que está en el último nivel de la Escuela de Adultos, es muy aplicado. Tiene buenas notas y una caligrafía envidiable.


«San Martín se siente orgulloso, ya que es el único que va al secundario, que implica más responsabilidades y esfuerzos», dijo Zabala. Todos los días quiere ir caminando a la escuela.
Mucha gente de Río Mayo está concurriendo al secundario. Y «el abuelo se adaptó a lo que se le impuso». En este sentido, Zabala está muy agradecida con la directora del Bama, Luisa Paredes, ya que ella entrevistó y evaluó al abuelo San Martín para que ingresara al secundario. 
Cuando este abuelo terminó el primario comenzó a molestarse y se sentía mal. El quería seguir estudiando.


Una de las dificultades que se tuvieron en cuenta para posibilitar al abuelo que siga concurriendo a la escuela fue la discapacidad auditiva, propia de un nonagenario, y se trabaja con una maestra tutora.
«Hubo profesores que se adaptaron, que emplean un método para el abuelo de 92 años. Pero hubo otros docentes que no; el abuelo tuvo problemas con dos profesores que nunca lo tuvieron en cuenta», señaló Zabala. Pero «está la predisposición de la directora, y además cuenta con una maestra tutora».
A partir de la escolarización de los abuelos, se notó «que agilizan la memoria y quieren aprender más. Los abuelos que van a la escuela pidieron teléfonos celulares para comunicarse.
«Es increíble que a los 92 años una persona descubra un teléfono celular, luego de haber aprendido a leer y escribir hace muy poco».


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