martes, 24 de septiembre de 2013

La muerte de Luciana Torres

Ocurrió esa mañana del 12 de octubre luego de que sus padres concurrieran en varias oportunidades al hospital de Río Mayo con la nena en muy malas condiciones. Según el relato de la abuela, Elsa González, Luciana había ido al colegio el lunes y martes de esa semana. El miércoles ya no fue porque estaba muy descompuesta y había empezado con vómitos. Esa noche a las 20 mi hijo y su esposa la llevaron a la guardia, donde le tomaron todos los controles y les dijeron que estaba bien y que la lleven al día siguiente para que la vea la pediatra” relató.
Mientras tanto ese cuadro viral con muchos vómitos continuaba. “Al día siguiente la llevaron a la pediatra y la nena estaba muy descompuesta y como somnolienta, se veía como muy cansada y estaba en los brazos del papá. La médica la miró y les dijo que no tenía nada a pesar de que los padres le dijeron de los vómitos, el decaimiento y que la nena respiraba con dificultad. Solo le recetó amoxicilina e ibuprofeno por si tenía fiebre. Esto a pesar de que le habían comentado a la pediatra que hacía ya dos días que por los vómitos no tenía nada, ni agua, en el estómago” aseguró Elsa González. 
Siempre según los dichos de la abuela la nena fue traída nuevamente a la casa con la recomendación de que por cualquier cosa la lleven de nuevo al hospital. “Toda esa noche la nena la pasó muy mal, con las manos heladas y le costaba respirar, por ratos comenzó a temblar. Entonces llamaron a la guardia y les recomendaron que la lleve. Como tenía el auto roto, mi hijo tuvo que pedirle a un vecino que los lleve. Cuando llegaron la enfermera muy molesta les reclamó por qué la llevaban a esa hora. Entonces le tomó los controles y les dijo que estaba todo bien. Ante la insistencia de los padres, la enfermera llamó al médico (el dr. Bordón) y le comentó la situación, entonces el médico, por teléfono, le dijo que le dieran un inyectable de Reliverán para cortar los vómitos y que se la lleven a la casa. La nena misma les decía que le dolía el pecho. Entonces mi hijo se comunicó conmigo y me dijo que estaba esperando el primer colectivo que sale a las 6 de la mañana de Sarmiento para traerla al Hospital Regional en vista de que no le hacían nada. No pudo ser, a las 5 la nena se despertó muy mal, con dificultad para respirar, ya tenía el borde de los labios muy azul. Recién entonces empezaron a llegar los médicos para intentar hacerle algo, pero era demasiado tarde. Luciana se murió en los brazos de mi hijo como a las 10 de la mañana de ese viernes” relató.
Finalmente, González dijo “es verdad que hay muchas necesidades de salud porque el sistema está colapsado, pero eso no justifica que abandonen a una criatura de esta manera. Creo que acá hay responsables y es hora de que la justicia los investigue y resuelva sobre esto que nos pasó” pidió la abuela mostrando una foto de su nietita.