miércoles, 12 de noviembre de 2008

VIDA Y OBRA DE UN PIONERO.

Mientras afuera el viento no cesa, hay de quienes preferimos este encierro para escuchar las producciones locales que no dejan de sorprender, y más loable y reivindicatoria es la tarea de homenajear a lo pioneros, a los que hicieron huella y propusieron el asentamiento que da origen al pueblo de cara al incesante soplo de esperanza.
El recuerdo sentido y marcado en el “Rincón de los Amigos”, programa radial y cultural de Fm Armonía conducido por Carlos Oliva hacia un baluarte de la ruta, camionero y comerciante, Don Raúl Hermida.
El homenaje, que corona la plaza central, “con su freno clavado” escribía Don Rodolfo Montenegro refiriendo su prosa a la “Chata” o carreta donada por Hermida que lo recuerda, sin dejar de mencionar el “Súper Río Mayo 1º”, supermercado que ha subsistido a pesar de los avatares económicos por más de treinta años, transformado en una esquina emblemática, testigo de muchas expresiones populares. Hoy sus hijos llevan la tarea de defender a capa y espada esa cultura legada de aquel pionero que capitalizó su esfuerzo detrás de un volante.
El encargado de esbozar y transmitir esta aleccionadora vida fue el escritor Rodolfo Montenegro (72) con una semblanza transmitida por sus recuerdos sobre la vida de don Raúl Hermida que el día 9 de noviembre se hubiera cumplido un aniversario del nacimiento de un notable e inolvidable habitante y vecino de Río Mayo que durante el curso de la vida ejemplar, nos dejó, marcado el gran amor que siempre sintió por su pueblo evidenciado en sus múltiples emprendimientos. Todos ellos propendieron al progreso y al crecimiento; ya fuera como camionero, siguiendo la trayectoria de su hermano mayor Héctor (desaparecido en plena juventud) o la de su padre Dositeo (carrero y transportista) allá por los albores de Río Mayo.
En ese duro oficio, el del camión, Raúl demostró ser uno de los mejores, incansable en su accionar, también en el ramo comercial “Supermercado Río Mayo”, “Hotel Covadonga” así como en varios emprendimientos más, donde siempre volcó su indudable personalidad y compromiso para que todo lo que el encarare tuviera éxito. Ocupo múltiples cargos públicos, todos signados por su honestidad y hombría de bien, en lo que concierne al deporte, desde su más temprana edad vistió los colores del Club Social y Deportivo Río Mayo, poniendo en la cancha esa dosis de amor propio de la siempre hizo gala, (me consta pues lo tuve de compañero tanto en los infantiles como en los juveniles “Evita”, después la vida nos separó, durante años, para volver a reunirnos en la postrimería de nuestra existencia.
No importa que el destino decidió que te marcharas, tus amigos, entre los que tuve el honor de contarme, sabemos que siempre estarás presente en el agradecido recuerdo del gran homenaje, por haber sido el forjador del crecimiento de nuestro pueblo, tu partida dejó un gran vacío que nunca será llenado.
Fines de mayo de 1995 su desaparición física enlutó a los amigos del camino, “era muy difícil imaginar la ruta sin el camión Mercedez 1521 color amarillo de Hermida” comentaban sus colegas.La tarde se fue y dejó ese sabor de agradecimiento, de entrega, y por sobre todas las cosas del reconocimiento público hacia un hombre que no escatimó ni ahorro tiempo para poner sus brazos y estrechar un mano al que tuviera la necesidad.

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