l segundo jefe de la Unidad Regional de Comodoro Rivadavia, Héctor Quisle, se refirió al enfrentamiento de una facción de la hinchada de Jorge Newbery con la policía, lo que motivó la suspensión del partido que disputaba ese club con Río Mayo. “Nosotros vamos a realizar las actuaciones preliminares internas para establecer qué ocurrió y si hubo personal que se excedió en sus funciones se tomarán las medidas administrativas que corresponden”, aseguró en declaraciones a Radio Del Mar. “En este caso se desarrollan partidos de alto riesgo en misma franja horaria. Habrá que ver de hacerlos en horarios y días diferentes para poder realizar los operativos con mucha más justeza y evitar estas cuestiones”, opinó.
“Pocas veces nos pasó, más allá de alguna escaramuza; en algunos casos no llegó a mayores y hubo un buen trabajo del personal policial”, y reiteró que “vamos a ver qué pasó y si no ha existido una coordinación correcta lo evaluaremos y se tomarán las medidas que correspondan”.
Quisle relató que “cuando se desarrollaba el encuentro entre Newbery y el equipo de Río Mayo intenta ingresar por la fuera un grupo de personas, entre ellas algunos alcoholizados. Avanzaron a la custodia policial, agredieron a una mujer que hacía el cobro de entradas y ahí fue donde se generó el incidente en principio en la parte exterior”.
El grave incidente obligó a parar el partido que Jorge Newbery disputaba con Río Mayo en la cancha del primero y que el equipo local ganaba 4-0. Según lo informado por el jefe de la Seccional Segunda comisario Ariel Esteban González, ya había terminado el primer tiempo y Newbery era claro ganador.
El entretiempo fue aprovechado por los hinchas que salieron a comprar bebidas alcohólicas al kiosco ubicado en las mismas instalaciones de la cancha. González dijo que “lo que pasó es que cuando los hinchas pretendieron reingresar, los policías nuevamente fueron a hacerles una requisa y allí se desató el altercado”.
Es que los hinchas cuestionaban que vuelvan a requisarlos. Esto derivó en que los más enojados atacaran a pedradas a los 10 policías que cubrían la seguridad, llegando a lesionar a una empleada del kiosco que recibió una tremenda pedrada en la cabeza. Fue necesaria la presencia de una ambulancia para atenderla.
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