Un vuelco y una trampa

Sucedió ayer a las 11:00 de la mañana aproximadamente a 20 kilómetros al sur de Río Mayo sobre la ruta Nacional Nº 40. Bernardo Jorge Edilio (32) se trasladaba desde la localidad santacruceña de Perito Moreno a la ciudad de Esquel a visitar familiares. Razones que no se pudieron establecer perdió el control de su Renault 18, dominio REG 292 derrapando, golpeando bruscamente uno de sus laterales y techo para terminar su carrera en un zanjón de desagüe.
Un ocasional transportista pasaba por el lugar y se dispuso a dar ayuda. Dolorido por los múltiples golpes y escoriaciones, Edilio debió quedarse a cuidar sus pertenencias. Mientras el primero daba aviso a la Comisaria Distrito Río Mayo.
A bordo del móvil policial, los suboficiales Dante Lizama y Gustavo Muñoz acudieron al lugar para tomar contacto con el accidentado. Al llegar al lugar se encontraron con que el conductor del vehículo volcado tenía un fuerte dolor de cabeza y de espalda. Mientras los uniformados dialogaban notaron que comenzó a sentir mareos por lo que rápidamente se dispuso el traslado al Hospital Rural Río Mayo donde se le practicaron los controles de rigor para que más tarde se retirara de alta.
La policía debió aguardar en el lugar del vuelco cuidando el vehículo hasta tanto un auxilio mecánico trasladara la unidad a esta localidad, a la espera de otro remolque que lo transportara a su lugar de origen.
Trampa mortal
Una vez más volvemos a dedicar unas estrofas al deplorable estado de la ruta. Muchas de las causales tienen que ver netamente a errores humanos, ya sea por descuido o por conducir a alta velocidad. Pero otra de las causas es la TRAMPA MORTAL que significa una cuneta de casi un metro de desnivel a lo lardo de por lo menos 50 kilómetros. La excusa que si bien puede sonar hasta justificada la dan aquellos que realizan el mantenimiento de la ruta. La cuneta profunda es para evitar que el agua se acumule en la ruta.
Pero la gran controversia se sucede cuando en invierno un vehículo no se puede mantener sobre la traza porque se forma una sola mano debido al fluido transporte de carga. Entonces es que uno cae en esa cuneta y sale – si es mago- o con ayuda de alguna maquinaria vial que rara vez se ve en la zona repasando.
No solo es en invierno el problema. Durante las demás estaciones también lo sigue siendo. Conductores un tanto confiados se ponen en ruta de ripio cual si fuera asfalto. Resulta que cuando pierden el control no hay escapatoria. Caen a una cuneta profunda y es inevitable el vuelco. Como así estacionar por algún desperfecto. Ya lo dijimos, camiones de gran tamaño transitan esta ruta nacional. Imagínese estacionado sobre la ruta. Porque de querer estacionar en la banquina, IMPOSIBLE, vuelco seguro.
Pero bueno, a los responsables del mantenimiento les preocupa que el agua no se acumule sobre la ruta, el resto será problema a resolver por el conductor que en los mejores casos deberá pararse sobre el techo de su vehículo para encontrar señal de teléfono para pedir ayuda.
Quizás una banquina amplia puede salvar vidas como así también darle mas oportunidades de maniobras a los conductores.